Cuando donamos sangre, donamos una proteína que se encarga de transportar el oxígeno a los tejidos. Esta proteína se llama hemoglobina y para su formación el cuerpo necesita moléculas de hierro, las cuales obtenemos directamente de nuestra dieta.
El procesamiento de la sangre luego de la donación es un proceso de vital importancia.
Toda la sangre donada debe ser analizada en el laboratorio clínico antes de ser utilizada en un paciente para garantizar que ésta sea segura.